La Plataforma Social de Valladolid en Defensa del Estado del Bienestar planea una concentración para el 2 de enero. Dicen concentración y no manifestación acaso porque va siendo más difícil cada día manifestarse sin que lo acusen a uno de antistema, cuando lo cierto es que ansistema son quienes, en la derecha y la izquierda, malvendieron nuestro patrimonio, y no sólo económico, hasta dejarnos como el klinex de limpiar parabrisas. Incluso peor, porque ahora se me ocurre que el sistema, desde siempre, fue éste, esto: un continuo esquilmar las conquistas sociales, la memoria y el hambre del personal, con la idea de subastar el solar antes llamado España en un invierno apocalíptico o muerte por derribo. En Madrid el ministro de economía ha adelantado que en 2013 no subirá el IVA, lo que cual significa, como todo dios sabe, que correrá a subirlo no bien den las campanadas. Desde algunos micrófonos hay quien se lamenta porque nos han confundido, llamando privatización de la sanidad a lo que no es sino privatización de su gestión, como si no fuera ese precisamente el problema, que buscamos beneficios contables donde sólo debiera de primar el bien común y no particular de un señor con varias concesiones. De la Justicia mejor no hablo, repleta de expedientes milagrosos que prescriben cuando corresponde. O de la presión nacionalista, lúcidamente anunciada por el maestro palentino César Alonso de los Ríos en un libro, Si España cae, asalto de los nacionalismos al Estado, que nadie leyó, ni promocionó, porque no interesaba. No hablo sólo de los medios afines a un PSOE. Recuerden a un reconocido director de periódicos conservadores nombrando a Jordi Pujol español del año. Todo esto para concluir que la defensa del Estado del Bienestar a lo peor llega tarde, porque no hay Estado ni se le espera y todo lo más vivimos una metástasis económica y moral sin otra salida que el aeropuerto. Lo decía alguien en twitter: está todo tan mal que parece el año que viene.